lunes, 7 de marzo de 2011

A jugar se a dicho!!!

¿Tienen un auto que ya no usan? ¿Qué piensan hacer con él? Tal vez decidan venderlo para reciclaje o desmantelarlo y comerciarlo por partes. ¡No lo hagan, esperen! Cuando menos echen un vistazo a lo que el diseñador David Gawthorpe, quien tomó su viejo Mini Cooper inútil y lo convirtió en una silla para videojuegos.

Con dos años invertidos en su desarrollo, esta es una maravillosa pieza de colección. El cofre se abre para revelar una cómoda silla con bocinas, volante y pedales para ofrecer la más completa experiencia de juego; pero además, incluye un frigo bar, luces estroboscópicas y hasta máquina de hielo seco. Bajo el asiento se encuentra una consola Xbox 350 para poder jugar todos los títulos de carreras disponibles.
Grax a Yu Ko por el aporte
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